Quédate así quieto sentado de rodillas sobre tus piernas, deja que me incorpore y me siente frente a ti, cierra los ojos y déjate ahora tu recorrer entero.
Poso mis índices en tu sienes y recorro tus parpados cerrados, me paro en tus labios, los recorro entreabiertos. Mis dedos siguen su camino, yo me quedaría hay en tu boca, boca que sonríe, boca que me provoca. Recorro tu cuello cada pliegue, cada milímetro, mis dedos te hablan, te cuentan de mi deseo, de mi sentir y siguen deslizándose por tus brazos hasta las manos, en las palmas me paro y acaricio cada dedo. No nos vemos con los ojos (están cerrados) nos miramos con la piel. Subo de nuevo por el interior de tus brazos, suave sin cosquillas, siguiendo cada camino que marcan tus venas llenas de vida llenas de ti, absorbiéndote a través de las yemas de mis dedos, cada segundo de ti, cada suspiro, cada gota de aliento. En tu pecho poso todos mis dedos apenas si los notas, siente solo siente mi deseo de ti. Recorro tu torso y noto tu aliento en mi cara, has abierto la boca y cada milímetro de el me quiere hablar y tu no lo dejas.
Llego a tu pubis y lo recorro mas suavemente aun, intuyo tu miembro en actividad, pero no es el momento aun de consolarlo, de darle lo que pide.
Voy bajando por tus muslos jugueteando con cada milímetro de piel, yo misma siento la mia, sin mirar y sin ser vista, se que mis pezones están erguidos, duros, pidiendo tu contacto, mi interior esta húmedo noto como esa humedad quiere salir de mi, y ansío tanto tu voz como tu cuerpo. Me acerco a tu oído y susurro, hazme el amor, házmelo el resto de tu vida.)
